La neurocirugía es una de las especialidades médicas más complejas y fascinantes, dedicada al tratamiento quirúrgico de enfermedades que afectan al cerebro, la médula espinal y los nervios. Gracias a los avances tecnológicos, hoy en día es posible abordar patologías que hace solo unas décadas eran inoperables, mejorando la calidad de vida de miles de pacientes en todo el mundo.
En este artículo explicaremos qué es la neurocirugía, qué estudia, cuáles son las patologías que trata, en qué se diferencia de la neurología y cómo se desarrolla una intervención quirúrgica paso a paso. También veremos ejemplos prácticos y resolveremos las dudas más frecuentes sobre esta especialidad.
¿Qué es la neurocirugía?
La neurocirugía es la especialidad médica dedicada al tratamiento quirúrgico del sistema nervioso central y periférico. Esto incluye el cerebro, la médula espinal y los nervios que recorren el cuerpo. También abarca estructuras de soporte como los vasos sanguíneos cerebrales y las meninges.
A diferencia de otras especialidades quirúrgicas, la neurocirugía trabaja en órganos extremadamente delicados, donde incluso milímetros de diferencia pueden cambiar un resultado. Por eso, el neurocirujano combina habilidades técnicas con el apoyo de tecnología de última generación como la neuronavegación, la microscopía quirúrgica o la cirugía asistida por imagen.
Rol del neurocirujano en el equipo médico
El neurocirujano forma parte de un equipo multidisciplinar junto con neurólogos, oncólogos, traumatólogos, rehabilitadores y fisioterapeutas.
Su labor se centra en procedimientos quirúrgicos e intervenciones que requieren acceso directo al cerebro, al sistema nervioso o a la columna vertebral, a los cuales los pacientes pueden acudir directamente. Además, el neurocirujano también está capacitado para realizar diagnósticos, sin que sea necesaria la valoración previa de un neurólogo.
¿Qué estudia la neurocirugía?
La neurocirugía estudia las alteraciones estructurales del sistema nervioso. A diferencia de la neurología, que aborda trastornos funcionales (como el Alzheimer o la esclerosis múltiple), la neurocirugía se centra en lesiones anatómicas que pueden ser resueltas, parcial o totalmente, mediante una intervención.
Ejemplos claros son:
- Tumores cerebrales o espinales.
- Hernias discales que comprimen nervios.
- Malformaciones vasculares cerebrales que ponen en riesgo la vida.
- Traumatismos craneales con hematomas intracraneales.
¿Qué trata la neurocirugía?
Las patologías principales incluyen:
- Tumores cerebrales y medulares: benignos y malignos. Su extracción puede mejorar síntomas y prolongar la vida.
- Aneurismas y malformaciones arteriovenosas: el objetivo es prevenir hemorragias cerebrales.
- Epilepsia refractaria: cirugía cuando los fármacos no logran controlar las crisis.
- Patología de columna: hernias discales, estenosis, fracturas vertebrales.
- Lesiones traumáticas: cirugías de urgencia tras accidentes o caídas.
- Enfermedades degenerativas: como la enfermedad de Parkinson, tratada con técnicas como la estimulación cerebral profunda.
Diferencias entre neurocirugía y neurología
Aunque se confunden, no son lo mismo:
Qué hace un neurocirujano
Opera lesiones estructurales: tumores, aneurismas, hernias discales, traumatismos, Parkinson con implantes.
Qué hace un neurólogo
Diagnostica y trata con medicación: Alzheimer, migraña, esclerosis múltiple, epilepsia sin cirugía.
Ejemplos prácticos: ¿cuándo acudir a cada uno?
A modo orientativo, algunos casos en los que podría consultarse a uno u otro especialista son los siguientes:
- Dolor de cabeza persistente → neurólogo.
- Tumor detectado en una resonancia → neurocirujano.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el paciente no siempre sabe cuál es el origen de sus síntomas. En la mayoría de los casos, acude porque presenta dolor u otras molestias, y es el neurocirujano quien realiza el diagnóstico y determina el tratamiento adecuado.
Tipos de neurocirugía
- Neurocirugía oncológica: tumores cerebrales y medulares.
- Neurocirugía vascular: aneurismas, hemorragias, malformaciones.
- Neurocirugía funcional: estimulación cerebral profunda en Parkinson, epilepsia o dolor crónico.
- Neurocirugía espinal: hernias discales, estenosis, fracturas.
- Neurotraumatología: lesiones por accidentes o caídas.
- Cirugía pediátrica: malformaciones congénitas, hidrocefalia.
¿Cuánto dura una cirugía?
La duración de una intervención de neurocirugía no depende únicamente del tipo de procedimiento.
Influyen diversos factores, como la localización de la lesión, la complejidad del caso y las características del propio paciente.
Cada intervención es única, por lo que el tiempo quirúrgico puede variar considerablemente en función de estos aspectos.
El proceso de una neurocirugía paso a paso
- Evaluación inicial: consulta, resonancia, TAC, análisis.
- Comité médico: decisión conjunta con neurólogos y radiólogos.
- Planificación quirúrgica: uso de neuronavegación y simulaciones 3D.
- Cirugía: bajo anestesia general, con monitorización continua.
- Postoperatorio inmediato: ingreso en UCI o planta según el caso.
- Rehabilitación: fisioterapia y seguimiento neurológico para recuperar movilidad y funciones cognitivas.
El mejor instituto de medicina avanzada de España en neurocirugía
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Preguntas frecuentes sobre neurocirugía
¿A qué edad se puede necesitar una neurocirugía?
No depende de la edad, sino de la patología. Desde niños con malformaciones congénitas hasta adultos mayores con tumores o hernias discales.
¿Todas las enfermedades neurológicas requieren cirugía?
No. Muchas pueden tratarse con medicación o terapias conservadoras. La cirugía solo se indica cuando es la mejor opción para mejorar la calidad de vida.
¿Cuánto tarda la recuperación?
El tiempo de recuperación tras una cirugía neuroquirúrgica depende de la patología, de la gravedad del caso, de la localización y de las características del propio paciente.
Cada proceso es diferente, por lo que la recuperación debe ser evaluada individualmente por el equipo médico.
Conclusión
La neurocirugía es una disciplina médica crucial para tratar enfermedades graves del sistema nervioso que requieren cirugía. Gracias a la precisión, la tecnología y la experiencia de equipos especializados como el de Imar Palma, los pacientes pueden acceder a soluciones avanzadas que marcan la diferencia en su calidad de vida.
